Aroma: Una abundancia de notas frutales, con un destacado melocotón maduro, vibrante y sutilmente floral. A continuación, se aprecian notas ricas de flan de vainilla, humo de turba y un toque de nuez moscada.

Sabor: Suave y dulce al paladar, con rápidas notas de humo de turba. Se distingue un sutil roble y notas frutales en evolución.

En el año 1918, Masataka Taketsuru partió en solitario hacia Escocia en busca de nuevos horizontes. En tierras lejanas, este joven japonés desveló los misterios del whisky, y también encontró el amor de su vida.

Masataka Taketsuru vio la luz en Takehara, una hermosa localidad costera ubicada a unos 60 kilómetros de Hiroshima. Su familia poseía una antigua destilería de sake que lleva funcionando desde 1733 y que aún hoy en día produce un sake excepcional.

Sin embargo, fue el whisky escocés el que atrapó la imaginación de Masataka y de otros japoneses, llevándolo a dedicar su existencia a esta apreciada bebida.

Aprovechando la oportunidad de viajar a Escocia, Masataka se matriculó en la Universidad de Glasgow, convirtiéndose así en el primer japonés en sumergirse en el arte de destilar whisky. Realizó cursos de química y se convirtió en aprendiz en distintas destilerías, aprendiendo de los maestros artesanos. Con el tiempo, se ganó el título de maestro mezclador.

En el año 1920, Masataka regresó a Japón junto a Jessie Roberta (Rita), la mujer con la que contrajo matrimonio a principios de ese mismo año. Uniéndose a una compañía con la ambición de crear un auténtico whisky japonés, finalmente lograron producir el primer whisky de Japón.

La visión de Masataka sobre el whisky se basaba en su experiencia en Escocia, comprendiendo la importancia del entorno adecuado. Sin embargo, pronto se hizo evidente que para crear el whisky que anhelaba, tendría que emprender un camino independiente.

Así, en el año 1934, Masataka estableció Nikka Whisky y construyó su primera destilería en Yoichi, Hokkaido, un lugar que siempre consideró el entorno idóneo en Japón para la producción de whisky, con muchas similitudes a la ciudad escocesa donde había adquirido conocimientos.