Por qué comprar Whisky Descatalogado John Walker & Sons Celebratory Blend 200 Aniversario Edición Limitada

¿Alguna vez te has parado a pensar cómo se elabora un Blend Scotch? En Johnnie Walker ese proceso está considerado como todo un arte. Muchos son los factores que influyen en el resultado final de un whisky, el tipo de grano, el tiempo de maduración, o la forma del alambique, por ejemplo. Todo comienza con el cereal, el almidón que contiene se convierte en azúcar soluble para poder elaborar alcohol, esto ocurre mediante el proceso de germinación, el agua caliente es agregada y la mezcla sube su temperatura hasta que el cereal cree que es el momento de crecer.

Para parar este crecimiento se seca con el uso de un horno, el humo de la turba a veces se usa para ayudar en el secado y dar sabor, justo después, cuando está seco, se pasa por un molino para que se pueda mezclar luego con agua. El siguiente paso es mezclar el agua caliente para extraer los azúcares solubles, después el líquido caliente y dulce que se obtiene es extraído para enfriar, después se le añade la levadura y se inicia la fermentación hasta que resulta un líquido parecida a la cerveza, la cual se destila luego en dos ocasiones para disminuir su porcentaje de agua y elevar la concentración de alcohol y sabor.

La destilación consiste el hervir el líquido en un contenedor de grandes dimensiones llamado alambique, que normalmente suele ser de cobre. Lo que se obtiene se traslada a unas barricas de roble en la que permanecerá un periodo mínimo de tres años. Hoy día, Johnnie Walker es la marca que más whisky tipo Scotch elabora de todo el mundo.

Notas de cata. Vista, olfato y gusto

Esta mezcla es un viaje sensorial, notas de pasas dulces secas y especias sutiles, también se aprecia un toque a nueces tostadas y turba suave. Agradable final a pimienta.

Maridaje. Cómo degustarlo

En cuanto a la forma de tomarlo, una muy buena opción sería disfrutarlo sólo para poder apreciar todos su aromas y matices. O si lo prefieres, también se puede tomar “On the rocks”.

Johnnie Walker, el joven emprendedor

En 1819, el joven Jonh Walker acababa de perder a su padre, pero eran tiempos difíciles y no podía dejarse llevar por la tristeza y la pena, debía salir adelante. Tras la venta de la granja familiar Jonh montó su propio negocio, una tienda de comestibles en el pueblo de Kilmarnock, allí mismo empezó a mezclar diferentes single malts para buscar un whisky mas consistente que el que ofrecían en los demás comercios de la zona.

En 1857 John falleció dejándole a su hijo Alexander un negocio floreciente. Con la llegada del ferrocarril a Gran Bretaña, se abre una nueva puerta para el negocio hacia otros rincones del mundo, y Alexander, la supo aprovechar. En 1867 lanza la primera mezcla comercial del Johnnie Walker, con el nombre de “Old Highland Whisky” y realiza exportaciones en barcos a distintos lugares, con los capitanes de los barcos convertidos en agentes comerciales de su marca. Poco tiempo después su mezcla podía encontrarse en cualquier parte del mundo, como buena estrategia de marketing, Alexander decidió colocar sus etiquetas de forma inclinada, exactamente 20 grados, para así identificar fácilmente la botella de Johnnie Walker.

En 1889 el negocio pasa a manos de los hijos de Alexander, Alexander II y George, maestro mezclador y un maestro en los negocios, pocos años después, ven la luz sus exitosas variedades de Johnnie Walker Red Label y Johnnie Walker Black Label. En el 1920 el whisky de Johnnie Walker ya podíamos encontrarlo hasta en 120 países. El Rey George V le otorgó a John Walker & Sons una Garantía Real para que la Casa Real fuera abastecida por ellos. A finales del siglo 20, a Johnnie Walker Red Label y a Johnnie Walker Black Label, se une Johnnie Walker Blue Label, variedad que ha sido galardonada. A día de hoy, se puede decir que Johnnie Walker es la marca de whisky más grande del mundo.

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