Seguro que has oído muchas veces esa frase de domingo que dice “¡vamos a tomar el vermut!” Lógico, cada vez es más común volver a oír esa frase que, durante algún tiempo pasado, fue tan común y hoy día estamos empezando a retomar.
El vermut no necesita vitola en España, de la misma manera que se embotella en botellas de 75cl y no en botellas de 70cl como si de un destilado se tratase, y todo es por el mismo motivo: ¿sabías que el vermut es un derivado del vino?
¿Qué clases de vermut existen en el mundo?
- Vermut rojo
- Vermut blanco
- Vermut seco
- Vermut rosado
- Vermut sin alcohol
El vermut está de moda y ha vuelto para quedarse pero, ¿conoces su historia? ¿Sabes cómo se hace? Sigue leyendo y hablemos del resurgir del vermut, el aperitivo de moda.
Vermut rojo
El vermut rojo es el más clásico y habitual en el territorio nacional. En cuanto al sabor es el más dulce gracias al caramelo que se le añade en su elaboración, motivo, además, del color que presenta.
Es por ello que presenta un sabor menos amargo y seco que los demás y se acentúan, aún más, las hierbas aromáticas y las especias.
Sin duda, la mejor opción para disfrutar del mejor vermut rojo es el Yzaguirre Rojo, un vermut aromático, aterciopelado y agradable al paladar, ideal como aperitivo diario o como copa de media tarde.
Además de este, existen otros vermut rojo de calidad que pasan a ser los siguientes:
- Martini Rosso
- Martini Riserva Speciale Rubino
- Lustau Rojo
- Miró Rojo
- Cinzano Rosso
- Canasta Rosso
- Quitapenas de autor
Vermut blanco
Este vermut blanco es de procedencia francesa y su origen se remonta al siglo XIX cuando, según se piensa, Joseph Noilly creó un vermut muy parecido al vermut seco.
Es el vermut más dulce ya que, en su elaboración, se suprimen algunos botánicos amargos a favor del dominio de la vainilla y algunos cítricos, quizás sea por eso que es el más consumido mundialmente junto al seco.
Para probar el estupendo sabor de un vermut blanco te proponemos Miró Blanco, una mezcla perfecta de vino blanco seco con un toque azucarado, suave y refinado.
Otras opciones que podemos elegir para la categoría de vermut blanco son:
Vermut seco
El vermut seco o dry vermouth es, igualmente, de origen francés y muy similar al vermut blanco. Su uso más habitual es para la elaboración de cócteles aunque también se puede emplear en cocina.
La nota más diferente con el vermut blanco es que es más amargo, de hecho es el más amargo de los vermut, independientemente de que algunos fabricantes usen grandes cantidades de azúcar en su fabricación.
Martini Extra Dry es sinónimo de calidad en cuanto a los vermut secos se refiere, en él se encuentran las esencias de la madera, de las hierbas y de los cítricos de esta secreta receta.
Otra opción que podemos contemplar además del vermut seco mencionado puede ser el vermut Yzaguirre Dry Reserva.
Vermut rosado
Suave, ligero, delicado y sofisticado, ésta es la mejor manera de describir al vermut rosado, un vermut con un sabor menos intenso que los demás.
Es un vermut más fresco que los demás, por lo que su consumo se dispara en verano, aunque bien es cierto que su popularidad es reciente y, para mucha gente, sigue siendo un vermut algo desconocido.
Un vermut rosado digno de mencionar por su calidad puede ser Lustau Rosé, un vermut nacido para combinar con tónica, soda, cava, prosecco o incluso solo.
Aunque bien es cierto que el Martini Rosato es digno de tenerlo en la recámara como otra de las mejores opciones de la categoría vermut rosado.
Vermut sin alcohol
Una categoría extra, la del vermut sin alcohol, con todo lo bueno que el mejor vermut nos puede ofrecer pero sin nada de alcohol.
La mejor manera de apreciar todos los sabores del vermut para aquellas personas que no quieren tomar alcohol, lo cual, de que salió al mercado esta categoría, no es motivo para dejar de tomarse un buen vermut.
Como vermut sin alcohol te ofrecemos el Martini sin alcohol Floreale, que contiene todo lo mejor de la prestigiosa casa Martini, pero con el añadido de no contener alcohol, para aquellas personas que así lo deseen.
De la misma forma que también podemos ofrecer con total seguridad estas dos opciones extra de vermut sin alcohol:
En el origen de una de las más antiguas bebidas, el vermut
Podríamos viajar mucho atrás en el tiempo para encontrar las primeras preparaciones con ciertas semejanzas al vermut, ya que, alrededor del 1700 a.C., se hacían licores con ajenjo.
Además, también se sabe de un origen muy antiguo que podemos relacionar con esta bebida, hablamos de la época Clásica y la antigua Grecia, donde se mezclaba y maceraba vino con especias y plantas aromáticas con la intención de elaborar brebajes medicinales.
De cualquier modo, si tenemos que colocar cronológicamente los inicios del vermut, lo hacemos en el año 1549 cuando Constantino Cesare De Notevoli nos habla de una receta a base de vino con absenta. Más tarde, en el año 1570, Giovanantonio Soderini también dejaba escritos sobre esta bebida, la cual situaba su origen como alemán y húngaro.
En cuanto al origen histórico más reciente y, por lo tanto, del vermut tal y como lo conocemos hoy día, lo fechamos en 1773 cuando el médico italiano Villifranchi explicó por primera vez la elaboración de un licor a partir de vino que, con el tiempo, daría paso al vermut.
Desde ese momento, los citados vinos aromatizados pasaron a llamarse vermut, nombre derivado de “wermut”, que en alemán significa “ajenjo”, el principal ingrediente para la elaboración del vermut.
Entonces es cuando el vermut empieza a tomar cada vez más fama entre la gente y suficiente como para ser comercializado.
Proceso de elaboración
Antes de ver el proceso de elaboración del vermut, vamos a enumerar los ingredientes que se usan en su proceso:
- Vino: es la base del vermut y suele usarse vino de color blanco. Lo que se busca del vino es que sea neutro, de calidad, joven y con estructura, para después añadirle los botánicos macerados y que se impregne de los aromas y sabores del vermut.
También se puede hacer vermut con vino tinto y rosado, o incluso con uvas blancas como moscatel y albariño. - Hierbas aromáticas: es la clave del sabor del vermut, ya que le aporta los sabores amargos y dulces.
Estos botánicos se clasifican en: amargos (angélica, lúpulo, ruibarbo y quina), aromatizantes (anís estrellado japonés, cáscara de naranja, limón, pomelo, díctamo de Creta, romero, albahaca, hinojo, tomillo), amargo-aromatizantes (ajenjo, enebro, verónica, camedrio) y suavizantes (canela, azafrán, nuez moscada, vainilla, cardamomo). - Agua y alcohol: usado como solución hidroalcohólica donde sumergir las hierbas aromáticas a modo de infusión. La pureza de esta solución será clave para las esencias y sabores del resultado final.
- Azúcar: el vino es endulzado con azúcar natural para obtener un toque más o menso dulce según cada casa. De esta manera, podemos dividir los vermut según la cantidad de azúcar de la siguiente manera: extraseco, seco, semiseco, semidulce y dulce.
El método tradicional
Existe mucho secretismo entre las diferentes recetas del vermut, por lo que es algo aventurado hacer una clasificación exacta de su proceso de elaboración.
Teniendo esto en cuenta, es vital saber que la habilidades del enólogo deben unirse a las del licorista, con el fin de manejar los sabores y olores en su justa medida e intensidad.
De cualquier manera, el proceso de elaboración más conocido es la maceración de las hierbas trituradas y mezcladas en una solución hidroalcohólica en frío.
El resultado pasará a las barricas donde reposará y tomará todos los aromas y aceites de los botánicos empleados durante el tiempo estimado oportuno. Esto es lo que dará el extracto líquido del vermut que se filtrará, se le añadirá el vino, el azúcar y, se mezclará para obtener el equilibrio.
Lo último será someter el líquido a un nuevo filtrado y refrigerarlo unas semanas para evitar la suspensión de partículas antes del embotellado.
Otros métodos
Además del método tradicional que hemos visto, hay otros métodos a través de los cuales también obtenemos el vermut.
Es el caso, por ejemplo, del proceso de elaboración de los vermut reserva, para el cual se envejece el vermut en barricas durante meses o años. Durante este proceso se gana complejidad y se estabilizan, aún más, los aromas, el cuerpo y el color de la mezcla.
Otro proceso que debemos mencionar es el usado en el sistema de soleras, en el cual el maestro va mezclando vinos aromáticos con el líquido que ya habíamos obtenido previamente con el fin de buscar un estilo propio y muy personal.
Con la llegada del buen tiempo apetece más salir a la calle y hacer el vermut en buena compañía, ¿quedamos para echar uno? Visita nuestra web y ¡decídete por el tuyo!
ESPACIO VINOS WEB dice
Muchos saben sobre vinos, pero pocos sobre los tipos de vermut y cómo prepararlos. Muy buena info
Yago Gonzalez dice
Muchas gracias!!
V. B. dice
Un muy buen resumen sobre los tipos de Vermuts que existen, su proceso de elaboración y su historia. No cabe duda de que el vermut “está de moda” y si lo acompañamos de un buen aperitivo se hace irresistible no tomarlo un domingo cualquiera! Fuera de bromas, muy buen post, gracias por la información! 🙂