Piensa en verde. Esta frase, simple y directa, es la síntesis de una de las mayores estrategias de marketing de todos los tiempos. El verde de Heineken es al mundo de la cerveza, lo que el rojo de Coca Cola al mundo de los refrescos: una identidad inconfundible y una garantía de calidad. El éxito internacional de la cerveza Heineken se fundamenta en tres grandes pilares: sus 150 años de historia, un meticuloso proceso de elaboración y una brillante estrategia de marketing y distribución.
La historia de la cerveza Heineken
Todo comenzó en 1863 cuando Gerard Adriaan Heineken adquirió una pequeña fábrica de cerveza en el centro de Amsterdam. Por aquel entonces, Heineken elaboraba una cerveza negra y consumida principalmente por la clase trabajadora holandesa. Pero los planes del joven Gerard eran mucho más ambiciosos, su objetivo era convertir la cerveza Heineken en un producto refinado y elegante, dirigido a la élite financiera e intelectual de la época.
Heineken había puesto su aguda visión emprendedora sobre un nuevo tipo de cerveza que se estaba comenzando a producir en Alemania: la Pilsner. Una cerveza de fermentación baja, mucho más clara y suave, que rápidamente comenzó a popularizarse entre la alta sociedad centroeuropea como símbolo de progreso y distinción. Fue entonces cuando Heineken decidió arriesgar toda la fortuna familiar para construir un nueva fábrica en las afueras de la ciudad, que le permitiese modernizar el proceso de elaboración de su cerveza.
Uno de los avances más importantes consistió en la incorporación del laboratorio científico dirigido por los doctores C. Linde y H. Elion, quienes desarrollaron los nuevos sistemas de refrigeración de la cerveza durante la fermentación y reutilización de la levadura. Estas mejoras técnicas alargaron sustancialmente la duración de la cerveza Heineken en estado óptimo, lo cual permitió a la marca abrirse a los mercados internacionales.
A finales del siglo XIX Henieken dio su siguiente paso de gigante con la consecución del Gran Prix en la Exposición Universal 1989. Este prestigioso galardón, junto con la medalla de oro obtenida en París y el Diploma de Honor conseguido en Amsterdam, consolidaron a Heineken como marca de renombre en Europa. La fama y el crédito obtenidos en el viejo continente, serían determinantes en la conquista del continente americano a partir del segundo tercio del siglo XX.
Gracias al fin de la prohibición del alcohol en Estados Unidos en 1930 y a la rapidez con la que Heineken supo moverse hacia América, la marca holandesa experimentó un extraordinario crecimiento durante la primera mitad del siglo XX. Fue precisamente en Estados Unidos donde Alfred Heineken, nieto de Gerard y futuro director de la marca, adquirió los conocimientos de marketing y distribución que convertirían a Heineken en la gran multinacional que conocemos hoy.
El proceso de elaboración de la cerveza Heineken
Más allá de sus apasionantes orígenes e independientemente de las estrategias de marketing y distribución, el auténtico secreto del éxito de la cerveza Heineken es su extraordinaria calidad. El gran mérito de esta cerveza consiste en hacer que cada una de sus miles de millones de botellas tenga exactamente el mismo sabor extraordinario año tras año.
La fabricación y el envasado de la cerveza Heineken en Holanda se llevan a cabo en las modernas y colosales instalaciones de Zoeterwoude, una de las plantas industriales más ecológicas de todo el mundo. Su eficiencia energética es tal, que durante los dos días de la semana que la fábrica no produce cerveza, ésta exporta electricidad a la red local. Esto es posible gracias a un sistema que transforma los residuos en biogás, utilizado posteriormente para generar electricidad.
La elaboración de la cerveza Heineken comienza con el malteado de la cebada. Este proceso consiste en lavar y rociar con vapor frío las semillas para activar su germinación. Cuando la germinación alcanza el punto deseado, ésta se detiene mediante la técnica del calor seco.
Cuando la cebada malteada llega a la planta de Zoeterwoude, los expertos de Heineken evalúan minuciosamente su calidad, para posteriormente comenzar el proceso de molienda. Tanto el grano molido como el salvado de la cebada formarán parte del proceso de elaboración del mosto de cerveza Heineken.
En este momento entra en juego otro de los ingredientes principales de la cerveza: el agua. Teniendo en cuenta que la cerveza es entre un 85% y un 92% agua, resulta evidente que la calidad del agua empleada será determinante para la obtención de una cerveza con unos altos estándares de excelencia como los de Heineken.
Resulta casi irónico descubrir que el agua con la que se elabora la cerveza Heineken es simplemente agua del grifo. Con la particularidad de que ésta atraviesa un exhaustivo proceso de filtrado en las plantas depuradoras construidas en el propio complejo industrial de Zoeterwoude. La tecnología de última generación con la que están equipadas estas plantas depuradoras, garantizan la extraordinaria pureza del agua con la que se elabora el mosto de la cerveza Heineken.
El proceso de elaboración del mosto de cerveza consiste en una serie de operaciones en las que la mezcla de cereal molido y agua se calienta en diferentes etapas con el objetivo de transformar el almidón en cadenas simples de azúcares fermentables. El resultado es un líquido muy dulce y opaco que servirá de base para la fabricación de la cerveza Heineken.
Después de filtrar y hervir el mosto para eliminar impurezas y bacterias, se incorpora el lúpulo que aporta matices de aroma y sabor. Finalmente, solo queda enfriarlo para poder introducirlo en la cubas de fermentación junto con la levadura.
La fermentación de la cerveza es el proceso mediante el cual la levadura metaboliza los azúcares del mosto y los convierte en alcohol. Se trata de una reacción que libera grandes cantidades de calor, por lo que es necesario refrigerar constantemente los tanques de fermentación durante los 8-10 días que dura el proceso. El CO2 resultante de la segunda fase de fermentación, se almacena en recipientes especiales para la posterior carbonatación de la cerveza.
Finalmente, la cerveza Heineken adquiere su aspecto cristalino al pasar por varias capas de polvo de algas durante el proceso de filtración. Solo entonces, el líquido está listo pasa someterse a la prueba final: la cata del maestro cervecero, quien determinará que el producto elaborado responde satisfactoriamente a los estándares de calidad de Heineken.
El envasado y la distribución de la cerveza Heineken
Una vez que la cerveza ha superado el control de calidad, está lista para pasar a una planta de envasado totalmente mecanizada. Apenas unos pocos operarios supervisan el funcionamiento de los ordenadores y robots que se encargan del proceso de envasado y etiquetado de la cerveza Heineken.
La planta de envasado y etiquetado de Zoeterwoude es capaz de procesar hasta 65.000 botellas por hora. Esto significa que funcionando 24 horas al día durante 5 días a la semana, la fábrica de Heineken en Holanda produce unos 500 mil millones de botellas al año.
El siguiente paso consiste en distribuir las cervezas de Heineken por todo el mundo. La cercanía del puerto de Rotterdam, el más grande del mundo, es sin duda una ventaja. No obstante, el transporte de mercancías por carretera en Holanda no es lo más eficiente teniendo en cuenta el volumen de producto del que estamos hablando.
Para salvar este obstáculo, Heineken decidió construir su propio puerto junto a la fábrica de Zoeterwoude, el cual le permite enviar sus contenedores cargados de cerveza directamente hacia el puerto de Rotterdam a través de canales de agua.
Una vez que se tiene la capacidad de producir y distribuir un producto de calidad a escala mundial, todo lo que se necesita para mantenerse en lo más alto del mercado internacional es una imagen de marca poderosa y una estrategia de marketing adecuada.
Este es uno de los campos en los que Heineken ha destacado desde sus inicios. Cuidando al detalle tanto la calidad de su cerveza como el atractivo de botellas y etiquetados, Heineken ha logrado posicionarse como una marca referente a nivel mundial y sinónimo de cerveza de calidad. Al mismo tiempo, patrocinando eventos deportivos, conciertos y creando templos de la cerveza como el Heineken Experience, la marca holandesa ha conseguido transgredir las fronteras del consumo para convertirse en mucho más que una marca de cerveza. Gracias a sus extraordinarias estrategias de marketing, Heineken se ha colado en el subconsciente del consumidor y ha conseguido que pienses en verde cada vez que te asalte el calor o simplemente quieras disfrutar de un momento agradable en compañía de los amigos.
Joaquin Carrizales dice
Buen día.
Busco la medida de la botella Heineken de 50 cl. Es para un proyecto.
Gracias
Yago Gonzalez dice
Buenas Joaquín,
Lo sentimos mucho pero no disponemos de esa referencia, así que no te podemos ayudar.
Saludos!
Airon dice
Que ocurre, que ni se menciona que esra cerveza se hace en Sevilla por Cruzcampo, siendo esta factoría la de mayir producción de toda Europa?
Yago Gonzalez dice
Buenas Airon, llevas toda la razón. Obviamos esta información porque queríamos hablar solo de la marca Heineken. No obstante, revisaremos el contenido e intentaremos incluir lo que comentas.
¡Muchas gracias por el comentario!
JUAN dice
TIENE GLUTEN ESTA CERVEZA
Yago Gonzalez dice
Buenas Juan,
Hieneken tiene una variedad sin gluten, sí.
¡Saludos!
david dice
Yo empecé a bebe heineken a partir de ir al festival del FIB, que por aquel entonces lo patrocinaba y todo era heineken por todos lados.
Prefiero la estrella, pero no me desagrada la heineken aunque es demasiado suave para mi gusto
Yago Gonzalez dice
Buenas David,
Desde luego no eres el único que opina así. ¡Muchas gracias por tu comentario! ?