Por qué comprar Ginebra Descatalogada Gordon's Gintonic Sin Alcohol Lima

Esta noche es para disfrutarla con tus amigos. Habéis quedado a cenar y poneros al día de vuestra vida, ahora que ya os habéis hecho mayores y el ritmo del día a día os obliga a veros menos. Tras una copiosa y agradable cena, llega el momento de tomarse una copa. Pero a ti, que te encanta la ginebra, te toca conducir después y no puedes beber alcohol. ¿Te resignas? No, para ti ha sido ideada Gordon’s Gintonic Sin Alcohol Lima.

La elaboración comienza extrayendo de los alambiques de la ginebra una pequeña cantidad de esta. Este extracto se mezcla con sabores naturales y extractos de lima y otras frutas para dar como resultado un sabroso gintonic, pero con una cantidad de alcohol que no supera el 0’5%. Ideal para después coger el coche sin riesgo.

Nota de cata. Vista, olfato y gusto

Como decimos, un clásico botellín de 250 mililitros es el encargado de resguardar de miradas indiscretas este innovador producto de Gordon’s. Transparente y con las letras de la marca resaltadas en rojo en la etiqueta, una vez se destapa de ella escapan aromas a lima fresca y toques de pimienta negra rallada. De color cristalino, en boca se muestra jugosa, fresca aunque ligeramente seca con el amargor tradicional de la tónica. En primer lugar por el paladar destaca la presencia del enebro, dando paso a notas más cítricas fruto de la lima que contiene en su interior.

Cómo degustarlo. Maridaje

En cuanto a la mejor forma de degustarlo, desde Yo pongo el hielo lanzamos dos opciones. Una, con Gordon’s Gintonic Sin Alcohol Lima refrigerado a una temperatura de entre 6 y 8 grados. Otra, acompañada de tres o cuatro piezas de hielo. El objetivo: disfrutar del refrescante e intenso sabor de un gintonic sin alcohol.

Más de dos siglos de historia

Aunque hoy en día la ginebra es una de las bebidas alcohólicas más consumidas y con mayor cantidad de variantes del mundo, lo cierto es que no siempre ha sido así. Para llegar a este punto ha sido necesario mucho trabajo y la presencia de varios nombres claves, entre ellos el de Alexander Gordon. El británico fue uno de los pioneros en la destilación de la ginebra, abriendo su destilería en 1769 en el sur de Londres, lugar desde el que tenía acceso a agua potable.

Con el paso de los años fue perfeccionando su técnica, y la presencia de la Marina Británica ayudó a que fuera difundida por todo el mundo, convirtiéndose en poco tiempo en la ginebra favorita de la gran mayoría del globo. Así, tras 250 años de historia, Gordon’s sigue avanzando, manteniéndose en el podio de las destilerías mundiales.

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