Por qué comprar Vodka Ciroc Peach

Mientras que todos los vodkas del mundo se elaboran a partir de cereales o tubérculos, en la localidad francesas de Chevanceaux decidieron hace casi dos décadas dar vida a un vodka a partir de uvas blancas francesas de variedades Mauzac Blanc y Ugni Blanc, propias de la zona de Galliac. Estas uvas son fermentadas en frío, para conservar su frescura, y posteriormente sufren un proceso de cinco destilaciones, las cuatro primeras la uva fermentada Mauzac Blanc es mezclada con el aguardiente de Ugni Blanc, mientras que la última se realiza en alambiques de Armagnac, un método tradicionalmente utilizado para la creación de whisky fino o brandy. A estos productos se añade además el aroma de los mejores melocotones naturales, dando como resultado un caldo de dioses.

Notas de cata. Vista, olfato y gusto

Una botella alargada que se va ensanchando según se acerca a su base es la encargada de proteger con su “vida” este elixir francés. De color plateado con vetas naranjas, del recipiente escapa un líquido claro, cristalino, que en nariz se muestra intenso, con un toque impactante de bayas y mermelada. Por último, en boca se presenta maduro, jugoso, dulce y refrescante, con una gran presencia de bayas, melocotón y frutas del huerto.

Cómo degustarlo. Maridaje

En cuanto a la mejor forma de degustarlo, desde Yo pongo el hielo recomendamos hacerlo acompañado de un poco de champagne, sin duda la mejor opción para sacar partido a todo su sabor. Sin embargo, también es un excelente compañero de viaje de refrescos, principalmente de limón o naranja.

Un arte familiar

Aunque la existencia de Ciroc comienza en 2003, lo cierto es que ésta comienza realmente cinco siglos atrás, cuando la familia del maestro destilador empezaba su andadura en el mundo del vino. Jean-Sebastian Robicquet procede de una larga tradición de fabricantes de vinos y destilados, y desde pequeño la pasión por este mundo entró por todos los poros de su cuerpo.

Diplomado en Enología en 1988, y con un Máster en Derecho, Economía y Gestión de la Industria del Vino, Robicquet maduró sus ideas con respecto al mercado durante años, hasta que en 2003 decidió lanzarse a la aventura reinventando el mundo del vodka. Para ello, en lugar de elaborar esta bebida con granos o tubérculos, apostó por las uvas blancas de gran calidad de su tierra. Mediante un proceso de cinco destilaciones y maceraciones y fermentaciones en frío, Ciroc se ha convertido en uno de los reyes indiscutibles del vodka en todo el mundo, ampliando poco a poco su gama de sabores como Ciroc Peach.

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